Tanto los romanos como los visigodos y más tarde los árabes dejaron su huella en la Villa, que en época de los primeros llamada "Axati" se convierte en un gran centro productor-exportador de aceite de oliva.

En la Reconquista, Fernando III de Castilla dona Lora, después de conquistarla en el año 1247, a la Orden Militar de San Juan de Jerusalén o también conocida como Malta. La Villa estuvo seis siglos bajo las mismas manos.